La ropa interior hace que tus vestidos luzcan mejor, más armados y con más volumen sobre todo los vestidos clásicos. Para hacer ropa interior hay que tener en cuenta el estilo de la muñeca que va a confeccionar.
Puedes hacer ropa interior a todas tus muñecas, tanto las más sencillas muñecas de tela como las más sofisticadas muñecas de porcelana.
Puedes empezar por la braguita:
Te reirás, seguro, pero cuando enseñas una muñeca, ¿Por qué todo el mundo mira si tiene ropa interior? Pues no se, si habrá algún estudio sobre eso, pero es completamente habitual que todo el mundo mire si la muñeca lleva braguitas
Con un patrón básico ya puedes hacer una braga. Intenta sofisticar tus prendas e ir incorporando variaciones, puntillas, encajes, colores, lacitos… todo lo que quieras.


Y camiseta interior:


Otras prendas de lencería que pueden gustarte son los sujetadores y los bodys, preciosas maravillas hecha en tamaño pequeño, pero igual de bellas (y de caras) que las prendas de lencería más renombradas






Pero, sabemos que la ropa interior no siempre fue así, y que ha cambiado mucho con el paso de los siglos, así que, para hacer un repaso, vamos a ver como fue la ropa interior desde el siglo XV en adelante
Sostén medieval:

Los arqueólogos encuentran un sostén del medievo, en un castillo en Austria, lo que os digo, que la ropa interior siempre estuvo presente en nuestras vestimentas y no se ha dado la importancia que se merece.
Bromas aparte, podemos encontrar patrones para hacer réplicas de la ropa interior medieval, y adaptarla a nuestras muñecas, que como sabéis no tienen siempre las mismas medidas, así que tendremos que sacar los patrones en el tamaño justo de nuestra muñeca.
A pesar de que vemos ropa interior en todas las épocas de la historia, es en el siglo XX cuando se empieza a confeccionar la lencería tal y como la conocemos hoy en día



Realiza la ropa interior de tu muñeca a medida y con tela suave y fina. El resultado será perfecto.





